MODELO DE CARGA

Matías David López

Los cánones son etiquetas. Etiquetas que muchas veces dicen menos de lo que presumen. Propio “del palo del arte”, los cánones vienen a decir lo que es correcto, cómo hay que proceder, por estos tiempos también lo que está de moda. Pero y sin vueltas: quien maneja el canon maneja las ciertas relaciones y reglas de juego. También hay canon de belleza, cámaras canon, colchones cannon, canon digital –¿qué dice el kanon de este canon privativo a los intercambios en la web?-, y hay un canon marcado por las redes sociales y las tecnologías (ver si no cómo se modificó por ejemplo, la publicidad a raíz del alcance de Internet: “nos vemos en You-tube” termina una propaganda de celular): y es estar conectado, que así se puede más.

En la política –tradicional- el canon debe estar asociado a los personajes que se destacan, que sientan las bases de algo importante, que movilizan por “arreglo a fines” pero también subjetiva-afectiva-mente-a-otros. En lo político algún canon seguro se vincule –o se proponga articular- a las acciones-prácticas-experiencias que implican participación-construcción colectiva-afectividad-nuevas subjetividades-deseo. Bueno, si esto último ocurre sería un anti-canon.

Como vemos hay canon para todos los gustos, pero hay canon y –hoy- hay kanon. Este kanon actual parece –digo- o cree –no sé- que ha re-centrado la institucionalidad política, luego de un período de des-centramiento, de que se vayan todos, de movilidad destituyente, de protesta (y ha dicho que todo eso ya paso). Ha, también, impostado ciertos discursos que dicen que gracias al kanon “la juventud ha vuelto a militar en política”, además que desarrolla un “modelo económico de perfil industrialista”, y que promueve “acumulación con inclusión social”. Hoy –se dice- se vuelve a flamear las banderas de la patria y a cantar el himno. Futbol para todos, LCD para todos… casi un para todos todo!.

Bueno, detrás de todo este kanon tampoco hay plan siniestro + dictadura contra la república + ley mordaza contra la libertad de expresión, aunque si hay mucha minería a cielo abierto, precarización, además que 678 aburra bastante y Página /12 a veces no se puede leer… tampoco hay imberbes y estúpidos. Pero le molesta ver a los Q’om reclamar o a familias tomar tierras para vivir. Hay algo al modelo canónico que se le escapa…

Mientras buscaba corregir la palabra canones por cánones –que boludo!- el corrector ortográfico del procesador de textos digitales que la mayoría usa pero no elige (¿otro canon?), puso como sugerencias cajones cañones, Cazones (sí, con mayúscula). Sin embargo, de cánones puso éstos sinónimos: canon, impuestos, tasas, cargas, atributos, gravámenes… Me quedo con el de carga. Los cánones, el kanon me cansa. Pero elijo otro sinónimo más, seguro muy acorde, el de atributo: que lo asoció a capacidad.